Algunos estudios científicos sugieren
que si la enfermedad celíaca no está diagnosticada y tratada, quienes la
padecen tienen mayores riesgos de sufrir fracturas. Así concluye una
investigación publicada en la revista científica World Journal of Gastroenterology,
que refuerza la relación entre los riesgos de fractura y la celiaquía,
enfermedad que se caracteriza por entorpecer la absorción de los
alimentos.
La enfermedad celíaca se presenta como
una alteración inflamatoria de la mucosa intestinal que atrofia las
vellosidades de las células del intestino; de allí que algunos de los
síntomas de la enfermedad celíaca sean la diarrea, la anemia y la
pérdida de peso. En esta enfermedad “el agente causal del daño
intestinal es la gliadina, una proteína del gluten presente en el trigo,
la cebada y el centeno. El tratamiento consiste en la restricción de
los alimentos que las contiene. Su implementación permite la
recuperación de la mucosa intestinal y la reversión de los síntomas”, han explicado el doctor Julio Bai, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Gastroenetrología Bonorino Udaondo y uno de los autores del estudio publicado en la citada revista internacional.
“En las pasadas dos décadas diversos
estudios científicos abordaron el posible efecto de la enfermedad
celíaca sobre la densidad ósea. La osteopenia –disminución en la
densidad mineral ósea que puede ser una condición precursora de
osteoporosis– y la osteoporosis detectadas a partir de mediciones de
densidad ósea –realizadas en esas investigaciones– se han registrado en
más del 50 por ciento de los pacientes que tiene enfermedad celíaca”, destacó el especialista que agregó que “un
meta-análisis de ocho estudios diferentes publicados entre el año 2000 y
2007, en el que participaron 20.995 pacientes y 97.777 personas sin la
enfermedad– concluyó que los pacientes con la enfermedad celíaca tienen
un 43 por ciento más riesgos de sufrir fracturas”.
El elevado riesgo de fracturas es
multifactorial e intervienen aspectos tales como la debilidad
estructural ósea, alteraciones nutricionales de los pacientes y
fenómenos inmunológicos que ocurren en la enfermedad. Los resultados que
obtuvieron “confirman la incidencia aumentada de fracturas en
pacientes que padecen la enfermedad celíaca y no respetan en forma
completa la dieta libre de glutén. Asimismo, tras un seguimiento de los
pacientes –reclutados en cuatro centros médicos de la ciudad de Buenos
Aires– realizado a partir de la realización de cuestionarios, análisis
clínicos y de laboratorio observamos que la realización de esa dieta
redujo el riesgo de fracturas en los pacientes hasta alcanzar
incidencias equiparables a los de la población no celíaca”.
Este es el primer estudio que ofrece
pruebas científicas de que este tratamiento es efectivo en reducir el
riesgo de fracturas en los pacientes celíacos. Al explicar por qué la
dieta libre de gluten reduce el riesgo de fracturas, el investigador
observa que el organismo “logra incorporar nutrientes y minerales en
forma adecuada lo que favorece el buen estado de los músculos que
sostienen a los huesos, la salud misma de los huesos y reduce el proceso
inmunológico e inflamatorio y de esa manera influyen positivamente en
loa activa mineralización y remineralización de los huesos”.
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