La
investigación y el desarrollo vuelven a situar a Córdoba a la cabeza de
la innovación agrícola. Francisco Barro, investigador cordobés del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha conseguido
desarrollar el primer trigo apto para celíacos. «Estos trigos carecen
del componente tóxico, pero conservan el resto de proteínas del grano,
por lo que las propiedades organolépticas son muy similares a las del
trigo con gluten. Los resultados en las harinas son muy buenos y
muestran que pueden ser potencialmente consumidas por el colectivo
celíaco», aseguró el investigador.
El
trigo es la base de la alimentación humana desde tiempo inmemorial. Sin
embargo, el gluten de este cereal, un conjunto de proteínas presentes
en el grano y las harinas, resulta perjudicial para una parte muy
importante de la población, como es el colectivo celíaco. Cuando estas
personas ingieren productos elaborados con harina de trigo, su sistema
inmunológico reacciona contra el gluten provocando una reacción adversa
que daña la mucosa intestinal.
«Las
investigaciones que estamos llevando a cabo van dirigidas a desarrollar
variedades de trigo carentes del componente tóxico del gluten, y por
tanto que puedan ser consumidas por las personas celíacas», afirmó
Barro. Una variante que se consigue mediante la transformación genética
de la planta.
«Enviamos
señales muy precisas a las células para que el componente alergénico
del gluten sea eliminado por las células de la propia planta. La
transformación genética es la única vía de introducir estas señales de
forma estable y segura en las células de trigo», añadió el investigador
cordobés.
Pero
la normativa europea imposibilita el cultivo de este producto en
Andalucía. «En Europa existe una doble moralidad. Por un lado, no se
permite que los agricultores cultiven estos productos, pero luego los
importamos de otras zonas del mundo para el consumo», afirmó el
secretario general de Asaja Córdoba, Carlos Molina.
Por
las tecnologías empleadas estas variedades entran en la categoría de
organismos genéticamente modificados. Con lo cual su cultivo en Europa
es complejo. «Pero se podrá cultivar en otros países no europeos y luego
importar las harinas o productos elaborados, tal y como ocurre
actualmente con otros productos», añadió Francisco Barro, que agradece a
Asaja el gran lobby creado para que se abra la mano a los cultivos
transgénicos. «La hipocresía en este tema perjudica a los agricultores.
Queremos que se deje cultivar este tipo de productos, ya que la
innovación es fundamental para la alimentación futura», añadió Molina.
Asaja critica que la normativa europea no permita este tipo de cultivos en Andalucía
Fuente: http://www.cordoba.abc.es/20120206/cordoba/abcp-cientifico-cordobes-desarrolla-trigo-20120206.html
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